Los nootrópicos son sustancias naturales o sintéticas capaces de potenciar diversas funciones cognitivas del cerebro, como la atención, la memoria, la concentración, el lenguaje, la velocidad de procesamiento, el razonamiento, la función ejecutiva, el aprendizaje, la agilidad mental y la creatividad. Popularmente se les conoce como "drogas inteligentes" o "potenciadores cerebrales", aunque este término puede ser simplista o incluso inexacto.
Algunos nootrópicos actúan elevando los niveles de energía mental o reduciendo el estrés, lo cual es crucial, ya que la fatiga o el agotamiento pueden comprometer seriamente el rendimiento cognitivo.
¿Cómo funcionan?
Los mecanismos de acción de los nootrópicos varían, pero suelen incluir:
- Modulación neuroquímica: Aumentan la disponibilidad o eficacia de neurotransmisores clave como la dopamina, serotonina, acetilcolina o GABA.
- Mejora del metabolismo cerebral: Incrementan el flujo de oxígeno y glucosa al cerebro, favoreciendo su rendimiento.
- Neurogénesis y sinaptogénesis: Estimulan la formación de nuevas neuronas y conexiones sinápticas.
- Neuroprotección: Ayudan a proteger el cerebro del daño oxidativo, el envejecimiento y el estrés crónico.
- Plasticidad cerebral: Potencian la capacidad del cerebro para adaptarse, aprender y recuperarse.
Tipos de nootrópicos
Naturales:
Provenientes de alimentos, hierbas o suplementos, suelen ser más seguros y con menos efectos secundarios.
- Omega-3 (EPA y DHA): Presentes en pescado azul, nueces o lino. Esenciales para la estructura y función neuronal, mejorando la memoria
- Vitaminas del grupo B: (B1, B6, B12), magnesio, zinc y hierro: fundamentales para el metabolismo cerebral.
- Triptófano: Aminoácido precursor de serotonina y melatonina, clave en la regulación del estado de ánimo y el sueño.
- Colina: Necesaria para la producción de acetilcolina, neurotransmisor clave en memoria y atención, protector en enfermedades neurdegenerativas.
- Ginkgo biloba: Mejora la circulación cerebral y actúa como antioxidante. Puede ayudar en casos de deterioro cognitivo leve. Recomendado en casos de íctus.
- L-teanina: Presente en el té verde. Promueve un estado de alerta calmada al aumentar ondas alfa, actuando sobre serotonina, dopamina y GABA. Su efecto se potencia con la cafeína, reduciendo sus efectos excitatorios.
- Bacopa monnieri: Mejora la memoria de trabajo y el procesamiento verbal. Favorece la neuroplasticidad y la transmisión sináptica. Interactua con dopamina, serotonina y acetilcolina mejorando su neutrotrasmisión, y promoviendo la formación de nueva dendritas,
- Rhodiola rosea: Adaptógeno que mejora la resistencia al estrés, el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo bajo presión. Sus compuestos activos (rosavina, salidrósido) protegen frente al estrés oxidativo. Se puede usar en sinergia con Ashwaghanda.
- Ashwagandha: Otro adaptógeno que reduce cortisol y mejora el descanso, influyendo indirectamente en el rendimiento cognitivo.
- Fosfatidilserina: Fosfolípido esencial para la salud neuronal. Mejora la comunicación sináptica y retrasa el deterioro cognitivo.
- Creatina: Aumenta la energía cerebral y la velocidad de procesamiento, especialmente en condiciones de fatiga.
- Cafeína: Estimulante que mejora la atención y la motivación al bloquear los receptores de adenosina. Sin embargo, su uso diario genera tolerancia rápidamente.
POCO EFECTO:
- Melena de león (Hericium erinaceus): Potencialmente estimula el crecimiento neuronal. Estudios preliminares muestran mejoras leves en memoria y estado de ánimo.
- Citicolina: Derivado de la colina que ayuda a sintetizar fosfolípidos y acetilcolina, contribuyendo al rendimiento mental.
Otros menos respaldados:
Fenilalanina, teobromina, 5-HTP, extracto de semilla de uva, forskolina, curcumina, guaraná, uridina monofosfato y semilla de celastro se han sugerido como potenciadores, pero su evidencia científica es escasa o insuficiente.
Nootrópicos sintéticos
Incluyen fármacos como:
- Piracetam: Utilizado para mejorar la memoria y el aprendizaje, especialmente en casos de deterioro cognitivo.
- Modafinilo: Empleado en trastornos del sueño, también se ha investigado su efecto en la atención sostenida.
- Memantina: Usada en enfermedad de Alzheimer; modula los receptores NMDA para proteger contra la excitotoxicidad.
- Metilfenidato y anfetaminas: Indicados para el TDAH; aumentan dopamina y norepinefrina. Su uso fuera del contexto médico conlleva riesgos importantes.
Beneficios potenciales:
- Mejora de la memoria (retención y recuerdo).
- Aumento del enfoque y la concentración.
- Reducción de la fatiga mental.
- Aumento de la motivación y la productividad.
- Mejora de la creatividad y la agilidad mental.
- Resolución de problemas más rápida y eficaz.
- Mejora del estado de ánimo y reducción del estrés.
- Prevención del deterioro cognitivo y protección neuronal.
Riesgos y precauciones
El uso de nootrópicos, especialmente los sintéticos o combinaciones no reguladas, no está exento de riesgos:
- Efectos secundarios frecuentes: Insomnio, irritabilidad, problemas gastrointestinales.
- Tolerancia y dependencia: En el caso de estimulantes como cafeína, nicotina o modafinilo.
- Interacciones farmacológicas: Especialmente con antidepresivos, ansiolíticos y anticoagulantes.
- Problemas cardiovasculares: Algunos pueden elevar la presión arterial o la frecuencia cardíaca.
- Contaminación o ingredientes no declarados: En productos no regulados o de procedencia dudosa.
- Reacciones alérgicas o toxicidad a largo plazo.
Conclusión
Los nootrópicos representan una prometedora frontera para optimizar el rendimiento cognitivo, pero deben usarse con criterio, información y supervisión profesional. No reemplazan hábitos fundamentales como el buen descanso, una nutrición adecuada, la actividad física o la gestión emocional. La verdadera inteligencia, como siempre, está en saber cuándo y cómo usarlos.
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