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Las glándulas suprarrenales son un par de pequeñas glándulas de forma triangular que se sitúan, como su nombre indica, sobre cada uno de los riñones. A pesar de su tamaño, son vitales para muchas funciones corporales esenciales, produciendo una variedad de hormonas que regulan el metabolismo, el sistema inmunitario, la presión arterial y la respuesta al estrés.


Anatomía de las Glándulas Suprarrenales

Cada glándula suprarrenal consta de dos partes distintas, cada una con funciones y origen embrionario diferentes:

  1. Corteza suprarrenal (región externa): Constituye la mayor parte de la glándula y produce hormonas esteroideas. Se divide en tres zonas, cada una con funciones específicas:
  • Zona glomerulosa (la más externa): Produce mineralocorticoides, siendo el más importante la aldosterona. La aldosterona regula el equilibrio de agua y sal en el cuerpo, controlando los niveles de sodio y potasio, lo que a su vez influye en la presión arterial.
  • Zona fasciculada (la intermedia y más grande): Produce glucocorticoides, principalmente el cortisol. El cortisol es una hormona clave en la respuesta al estrés, regulando el metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas, y modulando la respuesta inflamatoria e inmunitaria.
  • Zona reticular (la más interna): Produce andrógenos, que son precursores de hormonas sexuales. Contribuyen al desarrollo de características sexuales secundarias.
  1. Médula suprarrenal (región interna): Está formada por células cromafines y funciona como una extensión del sistema nervioso simpático. Produce catecolaminas:
  • Adrenalina (epinefrina): Aumenta la frecuencia cardíaca, dilata las vías respiratorias y mejora el flujo sanguíneo a los músculos en situaciones de estrés (respuesta de "lucha o huida").
  • Noradrenalina (norepinefrina): Contribuye a la vasoconstricción, ayudando a mantener y aumentar la presión arterial en respuesta a un estrés súbito.


Funciones Principales

En resumen, las glándulas suprarrenales desempeñan un papel crucial en:

  • Regulación del metabolismo: A través del cortisol, influyen en cómo el cuerpo utiliza azúcares, grasas y proteínas.
  • Gestión del estrés: La médula suprarrenal libera adrenalina y noradrenalina, y la corteza produce cortisol, preparando al cuerpo para afrontar situaciones de estrés físico o emocional.
  • Control de la presión arterial y el equilibrio de líquidos y electrolitos: La aldosterona es fundamental en la regulación de la presión arterial y los niveles de sodio y potasio.
  • Modulación del sistema inmunitario: El cortisol tiene efectos inmunosupresores y antiinflamatorios.


Enfermedades Relacionadas con las Glándulas Suprarrenales

Cuando las glándulas suprarrenales producen un exceso o una deficiencia de sus hormonas, pueden surgir diversas condiciones médicas:

  • Insuficiencia suprarrenal (Enfermedad de Addison): Ocurre cuando las glándulas suprarrenales no producen suficiente cortisol y, a veces, tampoco aldosterona.
  • Síntomas: Fatiga extrema, debilidad muscular, pérdida de apetito, pérdida de peso, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, presión arterial baja (especialmente al ponerse de pie), antojo de sal, oscurecimiento de la piel y las mucosas.
  • Crisis suprarrenal: Una complicación grave que requiere atención médica de urgencia, con síntomas como debilidad grave, dolor súbito y fuerte, vómitos y diarrea intensos, confusión o pérdida del conocimiento.
  • Causas: Enfermedad autoinmunitaria (la más común), infecciones, hemorragias, ciertos medicamentos o la interrupción repentina de corticosteroides (insuficiencia suprarrenal secundaria o terciaria).
  • Tratamiento: Reemplazo hormonal de por vida con medicamentos para suplir las hormonas que el cuerpo no produce.
  • Síndrome de Cushing: Resulta de una producción excesiva de cortisol.
  • Síntomas: Obesidad en la parte superior del cuerpo, cara y cuello redondos ("cara de luna llena", "joroba de búfalo"), adelgazamiento de brazos y piernas, piel delgada con estrías rojizas, acné, presión arterial alta, debilidad muscular y ósea, problemas para dormir, irritabilidad, depresión, niveles altos de azúcar en sangre.
  • Causas: Uso prolongado de corticosteroides, o tumores (benignos o malignos) en la hipófisis o en las propias glándulas suprarrenales.
  • Tratamiento: Depende de la causa, puede incluir la reducción de la dosis de corticosteroides, cirugía para extirpar tumores, radioterapia o medicamentos.
  • Hiperaldosteronismo (Síndrome de Crohn): Se debe a una producción excesiva de aldosterona.
  • Síntomas: Presión arterial alta que es difícil de controlar, niveles bajos de potasio, calambres musculares, debilidad, micción excesiva, dolor de cabeza.
  • Causas: Generalmente un tumor benigno en una glándula suprarrenal o una hiperplasia (agrandamiento) de ambas glándulas.
  • Tratamiento: Medicamentos para bloquear los efectos de la aldosterona o cirugía para extirpar el tumor.
  • Feocromocitoma: Tumor raro de la médula suprarrenal que produce un exceso de adrenalina y noradrenalina.
  • Síntomas: Episodios de presión arterial muy alta, palpitaciones, sudoración excesiva, dolores de cabeza intensos, ansiedad, temblores.
  • Tratamiento: Generalmente cirugía para extirpar el tumor.


Glándulas Suprarrenales y Estrés

El estrés, ya sea físico o psicológico, activa el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal. El hipotálamo libera la hormona liberadora de corticotropina (CRH), que estimula la hipófisis para producir la hormona adrenocorticotrópica (ACTH). La ACTH, a su vez, estimula las glándulas suprarrenales para que produzcan cortisol.


Cuando el estrés es crónico, el cuerpo puede permanecer en un estado de "lucha o huida" constante, lo que puede llevar a una sobrecarga de las glándulas suprarrenales y, potencialmente, a una desregulación hormonal. Aunque el término "fatiga suprarrenal" no es un diagnóstico médico aceptado, los síntomas como fatiga persistente, irritabilidad, problemas de sueño y cambios en el peso corporal pueden ser indicativos de una disfunción del eje de respuesta al estrés y deben ser evaluados por un profesional de la salud.