ANTIOXIDANTES

Los antioxidantes son moléculas (naturales o sintéticas) que tienen la capacidad de prevenir o retrasar el daño a las células causado por unas moléculas inestables llamadas radicales libres. Actúan neutralizando estos radicales libres, donándoles un electrón para estabilizarlos y evitar que causen daño oxidativo.


¿Qué son los Radicales Libres y el Estrés Oxidativo?

Para entender los antioxidantes, primero hay que entender a sus "enemigos": los radicales libres.

  • Radicales Libres: Son moléculas inestables que tienen un electrón no apareado, lo que los hace altamente reactivos. Buscan "robar" un electrón de otras moléculas estables del cuerpo (como el ADN, las proteínas o las grasas de las membranas celulares) para estabilizarse. Al hacerlo, causan daño a esas moléculas, lo que se conoce como daño oxidativo.
  • Origen de los Radicales Libres: Se producen constantemente en nuestro cuerpo como un subproducto normal del metabolismo (por ejemplo, al convertir los alimentos en energía). Sin embargo, su producción puede aumentar por factores externos como:
  • Exposición a la contaminación ambiental (humo de tabaco, gases de escape).
  • Radiación UV (exposición solar excesiva).
  • Dieta poco saludable (rica en alimentos procesados, grasas trans).
  • Estrés, infecciones, inflamación.
  • Ejercicio físico intenso y prolongado (en exceso).
  • Estrés Oxidativo: Ocurre cuando hay un desequilibrio entre la producción de radicales libres y la capacidad del cuerpo para neutralizarlos con antioxidantes. Un estrés oxidativo prolongado puede llevar a daño celular y desempeña un papel en el desarrollo de muchas enfermedades crónicas.


¿Cómo Funcionan los Antioxidantes?

Los antioxidantes actúan de varias maneras para combatir el estrés oxidativo:

  1. Neutralización Directa: Donan un electrón al radical libre, estabilizándolo y convirtiéndolo en una molécula inofensiva.
  2. Reparación del Daño: Algunos antioxidantes pueden ayudar a reparar las moléculas que ya han sido dañadas por los radicales libres.
  3. Inhibición de la Producción de Radicales Libres: Algunos pueden reducir la formación de radicales libres en primer lugar.
  4. Estimulación de Antioxidantes Endógenos: El cuerpo también produce sus propios antioxidantes (llamados "endógenos", como la glutatión peroxidasa o la superóxido dismutasa). Algunos antioxidantes dietéticos pueden potenciar la acción de estos sistemas internos.


Beneficios de los Antioxidantes en la Alimentación:

Una dieta rica en antioxidantes se asocia con numerosos beneficios para la salud, principalmente al reducir el daño celular y la inflamación:

  • Prevención de Enfermedades Crónicas: Se cree que ayudan a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como:
  • Enfermedades cardiovasculares: Al proteger las lipoproteínas LDL (el colesterol "malo") de la oxidación, lo que es un paso clave en el desarrollo de la aterosclerosis.
  • Cáncer: Al proteger el ADN del daño, lo que puede prevenir mutaciones que conducen al cáncer.
  • Enfermedades neurodegenerativas: Como el Alzheimer y el Parkinson, al proteger las células cerebrales.
  • Diabetes tipo 2: Al ayudar a prevenir el daño oxidativo en las células del páncreas que producen insulina.
  • Retraso del Envejecimiento: Al proteger las células del daño, contribuyen a retrasar los procesos de envejecimiento celular y a mantener la salud y vitalidad de la piel y otros órganos.
  • Apoyo al Sistema Inmunológico: Muchos antioxidantes (como la vitamina C, E, selenio y zinc) son cruciales para un sistema inmunológico robusto, ayudando al cuerpo a combatir infecciones.
  • Salud Ocular: Ciertos antioxidantes, como la luteína y la zeaxantina, se concentran en la retina del ojo y pueden ayudar a proteger contra la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE) y las cataratas.


Principales Antioxidantes en la Alimentación y sus Fuentes:

Hay una gran variedad de antioxidantes, y a menudo trabajan en sinergia. Los más conocidos incluyen:

  1. Vitaminas Antioxidantes:
  • Vitamina C (Ácido Ascórbico): Potente antioxidante soluble en agua.
  • Fuentes: Cítricos (naranjas, limones, pomelos), kiwis, fresas, pimientos, brócoli, tomates.
  • Vitamina E (Tocoferoles): Antioxidante liposoluble que protege las membranas celulares.
  • Fuentes: Frutos secos (almendras, avellanas), semillas (girasol), aceites vegetales (oliva virgen extra, girasol, germen de trigo), aguacate.
  • Betacaroteno (precursor de Vitamina A): Carotenoide liposoluble que el cuerpo convierte en Vitamina A.
  • Fuentes: Zanahorias, calabaza, boniato, espinacas, col rizada, melón, mango.
  1. Minerales Antioxidantes:
  • Selenio: Componente de enzimas antioxidantes como la glutatión peroxidasa.
  • Fuentes: Nueces de Brasil, pescado, mariscos, huevos, cereales integrales.
  • Zinc: Cofactor de enzimas antioxidantes.
  • Fuentes: Carnes rojas, ostras, legumbres, frutos secos, semillas.
  • Cobre: Cofactor de la enzima superóxido dismutasa.
  • Fuentes: Mariscos, frutos secos, legumbres.
  1. Fitoquímicos (Compuestos Vegetales con Propiedades Antioxidantes): Hay miles de ellos, y son responsables de los colores vivos de las frutas y verduras.
  • Flavonoides (Antocianinas, Quercetina, Catequinas, etc.):
  • Fuentes: Frutos rojos (arándanos, fresas, frambuesas), uvas (especialmente el resveratrol), té verde, cacao puro, cebollas, manzanas.
  • Licopeno:
  • Fuentes: Tomates (más biodisponible cocido), sandía, pomelo rosado.
  • Luteína y Zeaxantina:
  • Fuentes: Verduras de hoja verde oscura (espinacas, col rizada), yemas de huevo.


Suplementos vs. Alimentos:

Es crucial obtener los antioxidantes de alimentos enteros (frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos) en lugar de depender de suplementos. Los alimentos ofrecen una matriz compleja de nutrientes que trabajan en sinergia, lo que no puede replicarse con pastillas aisladas. De hecho, estudios han mostrado que grandes dosis de antioxidantes aislados en forma de suplemento pueden incluso tener efectos adversos en algunos casos.



En resumen, los antioxidantes son protectores celulares vitales que se encuentran abundantemente en una dieta rica en alimentos vegetales. Incluir una amplia variedad de frutas y verduras de diferentes colores en tu alimentación diaria es la mejor estrategia para asegurar un buen aporte de estos compuestos beneficiosos.