Rejuvenece comiendo grasas
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Aunque el título es sugerente, es importante aclarar que no todas las grasas son iguales. Hoy en día, existe una especie de “guerra” contra las grasas en la alimentación debido a su relación con el colesterol, lo cual a menudo eclipsa sus funciones cruciales para nuestro cuerpo. En este artículo, exploraremos por qué las grasas son esenciales y cómo pueden contribuir al rejuvenecimiento y al bienestar general.

Introducción: ¿Por qué son importantes las grasas en nuestra dieta?
Las grasas no solo funcionan como una reserva de energía y aislamiento térmico, sino que también cumplen roles fundamentales en la absorción de nutrientes, el metabolismo, y el mantenimiento de la salud celular y hormonal. A continuación, repasaremos sus cinco funciones más importantes y te explicaremos cómo elegir las grasas correctas para una vida más saludable.
1. Facilitación de la absorción de vitaminas liposolubles
Las grasas son esenciales para absorber vitaminas liposolubles, como la A, D, E y K, las cuales tienen roles indispensables en el cuerpo:
- Vitamina A (Retinol, Retinal, Ácido Retinoico): Es esencial para la visión, el crecimiento celular, el sistema inmunitario y la salud de la piel.
- Vitamina D: Ayuda en la salud ósea, el sistema inmunitario y la función muscular.
- Vitamina E: Actúa como antioxidante, protegiendo las células del daño causado por los radicales libres.
- Vitamina K: Es crucial para la coagulación sanguínea y la salud ósea.
2. Estructura y estabilidad de las membranas celulares
La membrana celular está compuesta por una bicapa formada por un 40% de colesterol y un 60% de fosfolípidos, y es importante porque reemplazamos alrededor del 1% de nuestras células diariamente. (330 mil millones de células)
Esta bicapa de fosfolípidos y colesterol es semipermeable, lo que permite mantener el equilibrio de hidratación, protección, captación de nutrientes y eliminar los desechos de las células. Además, el colesterol regula la fluidez de la membrana, manteniendo la estabilidad celular y evitando que se vuelva demasiado rígida o fluida.
3. Precursores de hormonas esteroides
Las grasas son fundamentales para la producción de hormonas esteroides, que regulan múltiples funciones en nuestro cuerpo, incluyendo la testosterona, los estrógenos y el cortisol.
- Testosterona: Importante para la densidad ósea y muscular, el estado de ánimo y la energía, especialmente en hombres.
- Estrógenos: Contribuyen al desarrollo sexual, la salud ósea y la función cognitiva en mujeres.
- Cortisol: Interviene en la regulación del estrés y el metabolismo.
Al consumir grasas de buena calidad, nuestro cuerpo puede mantener niveles hormonales saludables, contribuyendo al equilibrio general y, en última instancia, al rejuvenecimiento.
Otras hormonas esteroides derivadas de las grasas son: La Aldosterona que mantiene el equilibrio entre sodio y potasio fundamental para las células sobre todo las musculares. La progesterona regula el ciclo menstrual en la mujer. La DHT que manutiene la libido y la masa muscular. La Androstenediona mantiene equilibrio saludables de testosterona y estrógenos, y el Calcitriol es la forma activa de la vitamina D ayuda a mantener la absorción de calcio evitando la osteoporosis y previniendo la osteoporosis.
4. Regulación del metabolismo y equilibrio energético
Las grasas ayudan a regular el apetito, la sensibilidad a la insulina y el equilibrio energético, aspectos claves para el control del peso y el bienestar metabólico.
Esto se vuelve especialmente importante a medida que envejecemos, ya que la pérdida de equilibrio en estos aspectos puede influir en el aumento de peso y el envejecimiento celular.
5. Mejora de la función cerebral y del sistema nervioso
Las grasas también son esenciales para la salud del cerebro. Facilitan la comunicación neuronal y el mantenimiento de las membranas celulares en el sistema nervioso, lo cual es clave para la memoria, la concentración y el bienestar emocional.
Tipos de grasas: ¿cuáles debemos consumir y cuáles evitar?
Al hablar de grasas en la dieta, es crucial saber diferenciarlas y consumir aquellas que nos beneficien. Aquí te explicamos los tipos más comunes y cómo usarlas:
- Grasas saturadas: Provienen principalmente de fuentes animales (como carnes y lácteos) y algunas vegetales (como el coco y la palma). Estas grasas son estables a altas temperaturas, por lo que son seguras para cocinar.
- Grasas insaturadas: De origen vegetal (aceite de oliva, aguacate, frutos secos). Son más delicadas y deben usarse crudas o en frío, ya que el calor excesivo puede oxidarlas y volverlas perjudiciales para nuestras células.
- Grasas trans: Se encuentran en alimentos procesados y ultraprocesados. Son grasas hidrogenadas que prolongan la vida útil de los productos, pero son perjudiciales para la salud, aceleran el envejecimiento y pueden afectar al hígado, al corazón y a la circulación. Las grasas vegetales en este tipo de alimentos ya están oxidadas lo que aumenta los radicales libres en nuestro cuerpo acelerando el envejecimiento.
Consejos prácticos para incluir grasas saludables en tu dieta
- Usa aceite de oliva extra virgen en frío para aderezar ensaladas y platos ya cocinados.
- Incluye alimentos ricos en grasas saludables, como aguacate, frutos secos y pescados grasos (salmón, atún).
- Evita freír con aceites vegetales que no resisten el calor, como el de girasol o maíz entre otros. Prefiere grasas estables como el aceite de coco, aceite de palma de primera presión en frío e incluso manteca y mantequilla.
- Evita el consumo de productos ultraprocesados que contengan grasas trans o hidrogenadas. Recuerda: escoge en el menú de tu restaurante alimentos de los que no sospeches que tengan grasas trans.
Conclusión: El poder rejuvenecedor de las grasas saludables
Las grasas son fundamentales para el cuerpo y, lejos de ser enemigas, pueden ser grandes aliadas en la búsqueda de un estilo de vida saludable y de un envejecimiento más lento y equilibrado. Al elegir las grasas adecuadas y mantener un equilibrio en su consumo, no solo cuidaremos nuestra salud física, sino que también podremos disfrutar de una mejor salud mental y bienestar general a lo largo de los años.
¡Empieza a incorporar más grasas saludables en tu dieta y experimenta los beneficios de una nutrición equilibrada para rejuvenecer de adentro hacia afuera!
